eficacia al alcance de su mano.
Cuando elegimos el lugar en el que vamos a vivir, lo hacemos en la gran mayoría de los casos por lo segura, accesible y cómoda que es tanto el lugar que vamos a habitar como la zona en la que se encuentra. Esto mismo debe aplicarse en la crianza de animales: seguridad, accesibilidad y comodidad. La crianza de aves de corral no escapa a ello y, al igual que hacemos con nosotros, debemos pensar en las necesidades de ellas.
La avicultura es conocida como la crianza y cuidado de aves con el fin de sacarle provecho como producto, ya sea vendiendo la carne de los animales criados (gallinas, patos, gansos, etc.) o los huevos que estos producen. No importa si las aves de corral seleccionadas para su crianza van destinadas a la producción de sus huevos o si se tiene planteado satisfacer las demandas en el mercado de carnes; ambas plataformas requieren lo anterior mencionado: seguridad, accesibilidad y comodidad. Y una herramienta prácticamente fundamental en este tipo de empresa es la malla tipo gallinero.
Las ventajas que ofrece esta herramienta en comparación a sus desventajas es sencillamente abismal, como por ejemplo la protección que brinda contra animales depredadores, algo comunes en muchos lugares donde se lleva a cabo la crianza de aves de corral. O que tal la comodidad y ahorro de tiempo que ofrece al momento de su instalación en comparación con otros productos similares. ¡Simplemente no tiene comparación!
Existe variedad de tipos de mallas que pueden satisfacer las demandas de los más exigentes, siendo las versiones de plástico y la metálica las que dominan el mercado. Al momento de elegir cual conviene a la hora de proteger a nuestros animales, se reduce simplemente a cuestión de dinero y gusto, porque ambos tipos ofrecen los mismos beneficios, aunque esto último puede ser debatible. Si bien, la malla tipo gallinero metálica ofrece una protección soberbia, también puede traer problemas si su instalación no es correcta como por ejemplo traer consigo alguna superficie filosa no tratada previamente; zafarse en algún momento a causa de mala sujeción al corral, causando el riesgo que tanto nuestros animales como nosotros resultemos heridos por esas partes puntiagudas mal sujetadas. También puede suceder que por las inclemencias climatológicas se valla oxidando (esto sucede con las mallas metálicas de segunda mano) perdiendo durabilidad y ocasionando que de un momento a otro se rompa, ocasionando que nuestras aves escapen o algo peor: que un depredador entre al corral. Pero no se asuste. Nada de eso sucederá si toma las previsiones pertinentes al omento de que usted u otro instale la malla tipo gallinero.
Al momento de instalar la malla hay que tener presente algo básico y obvio antes de proseguir con esta tarea, y es el conocer que es un corral o gallinero. ¡Se lo que es un gallinero! puede estar diciéndole en este momento a la pantalla mientras lee estas líneas, pero lejos de ofenderlo de alguna manera, hay muchas personas que tienen una concepción errónea de lo que es y la función que cumple dicho lugar. Un gallinero es el lugar donde los animales (no necesariamente deben ser gallinas) se van a dormir. Este debe estar dispuesto de tal modo que cuando lleguen los primeros rayos del sol, pueda recibirlos y calentar la estructura, dándole abrigo a nuestros animalitos después de una fría noche. Dentro del lugar que habitaran nuestras aves durante gran parte de sus vidas; cuando se trata de gallinas es recomendable colocar a una misma altura los lugares que ocuparan al momento de descansar – no deben ser colocadas a diferentes alturas a causa de que tienden a ensuciarse mucho más debido a la conocida gallinaza (el excremento de las gallinas) tanto el lugar en el que descansan como también a las gallinas que se encuentren bajo uno de estos dormideros escalonados o altos – y que estos sean libres de cualquier superficie dañina para ellas. El gallinero debe contar además con fácil acceso y para que al momento de limpiarlo no sea complicando hacerlo, al igual que el gallinero en sí no debe ser un complejo sistema de nidos y recovecos; esto solo resultara en trabajo extra al momento de limpiarlo y hacer los mantenimientos pertinentes.
Es recomendable no usar materiales o construcciones improvisadas en los gallineros solo por salir del paso o ahorrar dinero, no quiere levantarse un dia en la mañana y conseguir que el gallinero se le vino encima a los pobres animales; o que por mala ejecución en el improvisado proyecto se dejó un área mal asegurada por la que escaparon o robaron a sus gallinas.
Con este pequeño vistazo de lo que es en teoría un gallinero, puede empezar a hacer el suyo propio sin olvidarse de agregar la malla tipo gallinero a ella, recordando que si utiliza la versión metálica tenga cuidado de no dejar bordes filosos o mal asegurados que pueden causar daños. Lo mismo va para la malla de plástico que, aunque los daños no suelen llegar a ser graves, si pueden traernos más de un susto si un día encontramos a una de nuestras intrépidas gallinas con la cabeza atorada entre la malla y el gallinero.
Hoy en día existe un sinfín de información sobre como armar su propio gallinero y de cómo emplear la malla tipo gallinero. Solo debe seleccionar el que más se adapta a sus necesidades y estilo, o, si siente que en vez de construir el Taj Mahal de los gallineros terminara creando el frankenstein de estos, no se preocupe. Existe diversidad de modelos en el mercado y lo único que debe hacer es elegir en ideal para sus animales.
Esperamos que este artículo haya sido de su agrado. Y recuerde: así como pensamos en nuestro bienestar, también debemos pensar en el de nuestros animales.
