Una opción fiable a la hora de proteger tus gallinas.
Al momento de iniciar en el mundo de la avicultura hay que plantearse primero una serie de preguntas sobre dicho negocio. Una de esas preguntas – quizá la más importante de todas en este y otros negocios que involucran la crianza de animales – es: ¿Cómo van a ser cuidados? Existen diversas formas para realizar esta tarea, tanto en lo que se refiere a su salud como también al lugar en el que van a habitar sin sufrir molestias por parte de terceros o perjudicar a otros por habitar en un área no apta para este tipo de trabajo; el resguardo de estos animales ya sea para protegerlos del clima, de que se escapen, de ser víctimas de otros animales (gatos, perros, zorros, serpientes y otro tipo de animales depredadores) o del hurto por parte de inescrupulosos. La malla tipo gallinero representa una de las opciones más viables para la protección y resguardo de ellos.
La forma tradicional de usar este tipo de malla es la de delimitar una zona con otra por medio del uso de esta como muro de contención. Con tenerla bien sujeta al suelo y colocarla lo suficientemente alto (ya dependerá de que tan grande será el recinto de los animales) para que nade pase dando un salto de un lado a otro. Otra forma y una de las más prácticas, (sobre todo si se posee una limitada cantidad de animales) es la de construir gallineros o corrales para incorporarle luego la malla y asegurar los lados del corral.
Existen muchos tipos de mallas que pueden servir para proteger el gallinero; la malla tipo hexagonal o la malla tradicional de plástico son las más conocidas, aunque la metálica puede ocasionar heridas a nuestros animales y a nosotros mismos si no se le da el mantenimiento adecuado y no se cambia cuando es necesario. Salvo por ese inconveniente que podría surgir, ambas son buenas opciones y prácticamente cumplen con las mismas funciones y ventajas como por ejemplo la instalación de la malla, que resulta sencilla y rápida. También sirve no solo para los animales referentes a la avicultura, sino que también para otro tipo de animales como los conejillos de indias y los conejos, y otro tipo de aves como los loros y guacamayas u otra especie más exótica. Un dato interesante para los amantes de la decoración: se puede usar este tipo de malla para decorar los estantes y closets del hogar. Solo falta un poco de imaginación y algo de dedicación para convertir un espacio aburrido en un tema interesante de conversación; y si habitas en un lugar rustico, la malla tipo gallinero le da un cierto toque tradicional a las decoraciones de tu hogar.
Volviendo al tema avícola; mantener seguros a nuestros animales nos ahorrara más de un dolor de cabeza que nos puede perjudicar en diversos aspectos, como en la producción de los productos (huevos por ejemplo) o el coste que implicaría reponer alguno de los animales que haya perecido a causa de algún animal que haya estado merodeando por los alrededores, o por un accidente al encontrarse fuera del área segura. Es por eso que el lugar donde se van a criar los animales juega un papel importante a la hora de comenzar el negocio avícola (y cualquier otro que implique la crianza de animales); si está en el mundo de la avicultura por hobby, también debe tener en cuenta el lugar donde criaras tus aves; el bienestar y seguridad de tus animales es lo primero.
Uno de los casos más comunes de perdida de animales por robo o por ser víctima de algún depredador, es que se usan materiales como tablas o verjas de metal para “protegerlos”. Si bien el uso de este tipo de elementos puede resultar económico en ciertas ocasiones, pero no significa que está sea una de ellas. Se da el caso que por querer ahorrar algo de dinero, los materiales usados no protegen como deberían a los animales, trayendo consigo problemas que con el paso del tiempo pueden traer consecuencias nefastas. Por ejemplo, se sabe de casos en que por usar materiales improvisados para el resguardo de gallineros, se han desprendido parte de ellos y lastimado a los animales. También se sabe de casos en que animales como los zorros han entrado sin problema alguno a los corrales y atacado a las gallinas. ¿Cómo sucedió esto? Por usar (y también por no saber cómo emplearlo) enrejado no apto para este tipo de entorno y materiales de segunda mano. La malla tipo gallinero no será la herramienta perfecta de seguridad, pero si es una de las más seguras y confiables en cuanto a protección en el rubro avícola se trata.
Hay gallineros y corrales que ya vienen prediseñados, pero si prefiere arriesgarse un poco y elaborar la suya propia, puede que esto le sirva de ayuda:
Lo primero se da al seleccionar el tipo de malla y los materiales a usar; puede usarse una madera resistente o metal, o una combinación de ambos. En ello influirá la cantidad de animales y el espacio que se pretende usar. Acto seguido se incorporara en el espacio seleccionado los barrotes o pilares que funcionaran como base para la colocación de la malla. Estos pilares deberán estar firmemente sujetos al suelo o la base que se usara como soporte de estos. Una vez hecho esto se debe dejar uno de sus lados o la parte de arriba con una abertura lo suficientemente accesible para incorporarle una trampilla o algún tipo de acceso. Por último se procede a incorporar la malla, ya sea envolviendo las bases o entre ellas, fijándola de tal manera que sea imposible que nuestras gallinas escapen o algo ajeno intente entrar.